Por el contrario, cuando el interés de las personas se orienta a solo incrementar dinero y fortuna, dejando en segundo plano a la familia y las relaciones personales, trae consigo sus propias dificultades y conflictos.
Es necesario pues, mantener un equilibrio entre el tener recursos sin descuidar la posición del ser como persona. Es evidente, que la falta, el exceso o el mal manejo del dinero trae consecuencias.
Un sano equilibrio en el uso y manejo del dinero, considerando que éste es tan solo un medio y no el fin de las personas para que estén bien, nos ayuda a mantener en su justa dimensión el valor del dinero.